Ayudar a una persona encamada a sentarse o levantarse no es solo una cuestión de fuerza: se trata de saber cómo hacerlo bien.
Si cuidas de alguien con movilidad reducida, ya sea en casa o en un centro, necesitas conocer las técnicas adecuadas para proteger tanto tu salud como la de la persona a la que asistes.
En esta guía te acompañamos paso a paso, explicándote cómo preparar el entorno, qué movimientos realizar y qué equipos de ayuda de Cosmomédica pueden hacerte la tarea mucho más segura y llevadera.
Antes de mover: prepara el entorno y asegúrate de que todo esté bajo control
Antes de iniciar cualquier movilización, es clave crear un entorno seguro y cómodo para ambos:
- Revisa el espacio: comprueba que la cama tenga los frenos activados y que no haya obstáculos en el camino. Asegúrate de tener cerca la silla de ruedas, un cinturón de marcha, una sábana deslizante o una grúa de traslado, si se necesita.
- Habla con la persona: explícale lo que vas a hacer, pídele colaboración si puede participar, y ten en cuenta su nivel de dependencia (por ejemplo, usando la escala de Barthel).

- Adopta buena postura: separa los pies, flexiona las rodillas, mantén la espalda recta y acerca la carga al cuerpo. Evita giros de tronco o movimientos bruscos.
- Cuida su piel y comodidad: asegúrate de que no haya zonas de presión prolongadas y sigue las pautas de cambios posturales indicadas. Puedes ayudarte de la escala de Braden para valorar el riesgo de úlceras.
- Atiende cualquier señal de alerta: si hay dolor, mareo, bajada de tensión, o el paciente acaba de ser operado, detén la maniobra y consulta a profesionales como fisioterapeutas o personal de geriatría.
Paso a paso: de la cama a la silla con seguridad
Colocar a la persona sentada en el borde de la cama
- Ajusta la cama: súbela hasta la altura de tus caderas y eleva el respaldo entre 30º y 45º si la persona lo tolera.
- Gira en bloque: flexiona una de sus rodillas y, con una mano en el hombro y otra en la cadera, ayúdala a girar hacia ti, manteniendo el cuerpo alineado.
- Saca las piernas: con cuidado, guía las piernas fuera del colchón y al mismo tiempo ayuda a incorporar el tronco.
- Espera unos segundos: así comprobarás si hay mareos o inestabilidad. Asegúrate de que tenga los pies bien apoyados antes de continuar.

De la sedestación a la posición de pie
- Coloca los pies correctamente: deben estar justo debajo de las rodillas. Tú mantén una postura estable, con un pie más adelantado que el otro.
- Usa el equipo adecuado: lo ideal es utilizar un cinturón de marcha o arnés de sujeción, evitando tirar de los brazos o axilas.
- Inicia el movimiento juntos: inclina ligeramente su tronco hacia adelante (como si la “nariz apuntara a los dedos de los pies”) y, al contar hasta tres, acompaña el impulso hacia arriba.
- Dale tiempo para estabilizarse: una vez de pie, espera unos segundos para confirmar que se encuentra bien.

Transferencia a la silla de ruedas
- Prepara la silla: colócala cerca, en un ángulo de unos 30–45º respecto a la cama. Activa los frenos y retira los reposapiés.
- Gira de forma controlada: no pivotes con la espalda; haz pequeños pasos para girar junto a la persona hasta alinear sus glúteos con el asiento.
- Ayuda a sentarse: flexiona tus rodillas y guía el descenso sujetando el cinturón o arnés. Ajusta bien su postura, apoya los pies y vuelve a colocar los reposabrazos si es necesario.
Si la persona no puede colaborar o pesa más de lo que puedes manejar con seguridad, no te arriesgues: usa una grúa de traslado o una cama articulada con rotación asistida para reducir el esfuerzo físico.
Equipos que facilitan la movilización segura
En nuestra tienda de equipo médico entendemos que cuidar de otros también implica cuidar de ti. Por eso, ofrecemos soluciones que mejoran la seguridad y reducen la carga física del cuidador.
Cama articulada giratoria con carro elevador

Con rotación lateral asistida, esta cama ayuda al paciente a pasar de estar tumbado a estar sentado, con menos esfuerzo por tu parte.
El respaldo de esta cama giratoria se ajusta hasta 70°, el tramo de piernas hasta 35°, y el carro elevador sube hasta 90 cm.
Las barandillas abatibles y la estructura robusta (soporta hasta 135 kg) la hacen perfecta para cuidados prolongados.
Grúa de traslado eléctrica con arnés

La grúa de traslado eléctrica con arnés es una solución segura y eficiente para levantar a personas encamadas sin comprometer la salud del cuidador.
Con capacidad de carga de hasta 150 kg, está diseñada para facilitar traslados cómodos entre cama, silla o inodoro, reduciendo el riesgo de lesiones.
Su funcionamiento eléctrico permite maniobras suaves con un solo botón, y el arnés incluido garantiza una sujeción estable y ergonómica del paciente.
Es ideal para uso domiciliario o en residencias, gracias a su estructura compacta y ruedas giratorias que facilitan el movimiento.
Una herramienta indispensable para quienes buscan asistencia técnica profesional en la movilización de personas con movilidad reducida.
Otros complementos útiles
- Colchón antiescaras
- Sábanas antideslizantes
- Asideros para cama
- Sillón para persona mayor
Todos estos productos están pensados para favorecer el confort del paciente y prevenir lesiones, tanto para él como para quien lo cuida, en línea con las recomendaciones de la OMS y la SEGG.
Errores comunes y cómo evitarlos
- No uses los brazos o axilas como punto de agarre.
- Nunca levantes “a pulso”.
- Evita girar el tronco cargando peso.
- Activa siempre los frenos de cama y silla.
- No ignores signos como mareos, dolor o inestabilidad.
Si algo no va bien, detén la maniobra inmediatamente y reevalúa.
¿Cómo mejorar con la práctica?
- Ensaya los pasos con ayuda de otra persona.
- Asegúrate de que el arnés se ajusta bien.
- Marca claramente la ruta desde la cama hasta la silla.
- Deja constancia en el plan de cuidados del paciente, incluyendo su nivel de dependencia y riesgos asociados.
Preguntas clave que marcan la diferencia
¿Cada cuánto cambiar de postura?
En personas con alta dependencia, se recomienda cambiar la postura cada 2 o 3 horas, salvo que un profesional indique otra pauta.
¿Cuándo usar una grúa o cama giratoria?
Cuando el paciente no puede colaborar, tiene dolor, movilidad muy reducida, o el cuidador no puede garantizar una postura segura.
¿Quién puede ayudarte a planificar estos cuidados?
El equipo de fisioterapia, terapia ocupacional, enfermería o geriatría. También puedes consultar según los recursos disponibles de la Ley de Dependencia.